El poder de las piedras
El uso de los minerales con fines terapéuticos es una práctica ancestral que ha acompañado a la humanidad desde el inicio de los tiempos.
Los minerales y gemas naturales, además de tener diferentes propiedades físicas como su composición y su estructura atómica, tienen una vibración energética que los hace únicos y diferentes unos de otros, debido a las circunstancias físicas en las que fueron creados por la naturaleza a lo largo de la historia.
Esta energía vibracional es la que se utiliza para mejorar el equilibrio del cuerpo, la mente y el alma. Podemos aprovechar los beneficios de las piedras naturales de diferentes maneras: haciendo una terapia alternativa con gemas (gemoterapia) a través de masajes, colocando la piedra necesaria en la zona del cuerpo afectada que queremos sanar, apoyándonos en los colores de los chakras o usando el mineral como amuleto personal o fuente de energía (poniéndolo debajo de la almohada, colgado al cuello, en la muñeca a modo de pulsera, etc).
Las piedras naturales, gracias a su creación natural en la Tierra, tienen la capacidad de recibir, transformar, transmitir y renovar la energía de la persona que lo porta, aportando así un apoyo físico, emocional y espiritual durante los procesos vitales que la persona esté atravesando en el momento.

Labradorita
La Labradorita es una piedra altamente protectora, portadora de luz. Esta piedra desvía las energías no deseadas del aura e impide los goteos energéticos. Forma una barrera ante las energías negativas y permite acceder al propósito espiritual. Estimula la intuición y los dones psíquicos, incluyendo el arte de saber elegir “el momento justo”, trayendo mensajes de la mente inconsciente a la superficie para facilitar su comprensión.
Psicológicamente, la labradorita disipa los miedos y las inseguridades, limpiando los residuos psíquicos de anteriores decepciones. Fortalece la fe en el yo y en el universo. Calma la mente hiperactiva y energetiza la imaginación, haciendo que surjan nuevas ideas. Equilibra el análisis y la racionalidad con la visión interna, aportando contemplación e introspección. Es un excelente disipador de ilusiones que va a la raíz del asunto tratado y muestra la verdadera intención de pensamientos y acciones. Es un compañero útil para atravesar los cambios que imparten fuerza y perseverancia. Se trata de una piedra de transformación.

Piedra de luna
La Piedra de Luna es la piedra de “los nuevos comienzos”. Está fuertemente conectada con la Luna y con la intuición. Es una piedra reflexiva que nos recuerda que, así como la Luna crece y mengua, todo lo que ocurre forma parte de un ciclo de cambios. Su efecto más poderoso es el de calmar las emociones.
Este mineral hace consciente el inconsciente y activa la intuición y la empatía. Fomenta el sueño lúcido, especialmente en luna llena. Psicológicamente, la Piedra de Luna calma las reacciones excesivas ante situaciones y los detonadores emocionales. Está llena de energía receptiva, pasiva y femenina.
Emocionalmente, alivia la inestabilidad emocional y el estrés. Mejora la inteligencia emocional. Puesta sobre el plexo solar, expulsa los viejos patrones emocionales para que puedan ser comprendidos, sanados y disueltos.

Obsidiana
La obsidiana es un vidrio volcánico que se forma a partir de un enfriamiento brusco de los magmas ácidos al contacto con el aire. Es una piedra sin fronteras ni limitaciones que opera con gran rapidez y gran poder. Potencia la verdad y te muestra tus debilidades, señalándote como mejorar e impulsándote a crecer.
Además, la obsidiana es una piedra intensamente protectora que forma un escudo contra la negatividad, absorbe dichas energías y fortalece en tiempos de necesidad. Estimula el crecimiento a todos los niveles y anima a explorar lo desconocido, abriendo nuevos horizontes. Además, disuelve los bloqueos emocionales y los antiguos traumas, trayendo profundidad y claridad a las emociones.

Ópalo
El ópalo es una piedra delicada con una vibración refinada. Estimula la originalidad y la creatividad dinámica, ayudando a acceder y a expresar el verdadero yo. El ópalo mes absorbente y reflejante; toma los pensamientos y sentimientos, los amplifica y los devuelve a su fuente. Es una piedra protectora.
Psicológicamente, el ópalo amplifica los rasgos y saca las características a la superficie para su transformación. Aumenta la autoestima y ayuda a entender el propio potencial. Mentalmente, esta piedra aporta ligereza y espontaneidad.
Emocionalmente, este cristal ha estado asociado con el amor y la pasión, el deseo y el erotismo. Es una piedra seductora que intensifica los estados emocionales y libera de inhibiciones. El ópalo te enseña a responsabilizarte de cómo te sientes; ayuda a expresar las emociones positivas.

Ámbar
El ámbar no es un cristal, sino que se trata de resina de árbol solidificada y fosilizada. Tiene intensas conexiones con la tierra y es una piedra que asienta las energías superiores. El ámbar es una poderosa sanadora y limpiadora del cuerpo y favorece la revitalización de los tejidos. También limpia el entono y los chacras. Absorbe las energías negativas y las trasmuta en fuerzas positivas que estimulan la autosanación corporal.
Psicológicamente, el ámbar aporta estabilidad a la vida, pero también motiva a perseguir y conseguir nuestros deseos. Puede ayudar a contrarrestar tendencias autodestructivas.
Mentalmente, estimula el intelecto, despeja la depresión y favorece un estado mental positivo, además de la expresión creativa. Aporta equilibrio y paciencia y favorece la toma de decisiones.
Emocionalmente, el ámbar favorece la paz y desarrolla la confianza. Promueve el altruismo y aporta sabiduría.

Cuarzo rosa
El cuarzo rosa es la piedra del amor incondicional y la paz infinita. Es la piedra más importante para el chacra corazón, pues enseña las verdadera esencia del amor. Purifica y abre el corazón a todos los niveles y aporta una profunda curación y amor hacia una misma. Calma, da seguridad y es excelente compañero en caso de traumas o crisis.
Devuelve la confianza y la armonía a las relaciones existentes y te ayuda a atraer el amor en caso de no disfrutar de una relación en la actualidad. El cuarzo rosa extrae suavemente la energía negativa y la reemplaza por las vibraciones amorosas. Fortalece la empatía y la sensibilidad y ayuda a aceptar los cambios necesarios.
Es una piedra excelente para la crisis de la mitad de la vida. Potencia las afirmaciones positivas y te recuerda tu intención, fomentando la receptividad a todo tipo de belleza.
Emocionalmente, el cuarzo rosa es el mejor sanador. Libera las penas y las emociones no expresadas, transmutando los condicionamientos que ya no sirven, aliviando el dolor interiorizado y sanando las carencias. Si nunca has recibido amor, el cuarzo rosa te abre el corazón para que puedas ser receptivo. Si has amado y has perdido ese amor, te reconforta en tu pena. Este cristal te enseña a amarte a ti misma y es una gran ayuda si crees que no mereces ser amada.
Facilita el perdón y la autoaceptación e invoca la autoestima y la confianza en una misma.

Jade verde
El jade es símbolo de pureza y serenidad. Muy apreciado en oriente, simboliza la sabiduría conseguida en tranquilidad. Está asociado con el chacra corazón e incrementa el amor y los cuidados. Es una piedra que protege a quien la lleva de sufrir daños y le aporta armonía. Se cree que atrae la buena suerte y la amistad.
Psicológicamente, el jade estabiliza la personalidad e integra la mente y el cuerpo. Promueve la autosuficiencia.
Mentalmente, libera los pensamientos negativos y alivia la mente. Estimula las ideas y hace que las tareas resulten menos complejas para que puedan ser abordadas inmediatamente.
Emocionalmente, favorece la liberación emocional, especialmente la irritabilidad. Calma el sistema nervioso y puede usarse para armonizar las relaciones disfuncionales.

Piedra fósil
La piedra fósil, en cualquiera de sus versiones, te conecta con la tierra. Favorece el acceso a la información sobre las vidas pasadas y los registros akashicos por lo que puede ser una gran aliada para la meditación. Emocionalmente, este mineral reduce la ansiedad, el estrés y equilibra las emociones. Ayuda a aumentar la confianza en una misma.
Psicológicamente, es un gran aliado para aquellas personas que necesiten un empuje de positividad para su día a día, para aquellas que tengan un carácter más triste o deprimido. Además, puede ser muy útil para la superación de fobias y miedos a espacios cerrados o a grandes multitudes.